Ama quien quiere ser amado

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Entrevista a Marcos Villalva

Por Anahi Más

Solo una pregunta hizo que paralice mi atención en sus palabras, un simple ¿quién es Marcos Villalva? hace que él responda maravillosamente y explica que vivió su infancia en el conurbano bonaerense. Con palabras propias, en una noche de calor se esconde en una plaza de conchitas con su enamorada a declararle su amor. Salta al vacío desde una hamaca y se lastima una rodilla. Descubre que los héroes que dibujaba eran imperfectos después de copiar un libro de anatomía humana y destroza todo registro de inocencia. Pasa su adolescencia en una escuela técnica en nombre del miedo obrero y lo convencen de que él es imperfecto. Se masturba y retiene mucho, dibuja constantemente torsos mutilados. Su primer beso es con los ojos abiertos. De tanto chupar el labio inferior de su amante queda hinchado y rojo como su corazón. Llora mucho y llena una bañera, desde el fondo se quita el corazón pesado y pierde en dos meses diez kilos de un cuerpo que ya era flaco. Se hospitaliza en un consultorio psicológico por 6 años y prueba la morfina. Después de muchos tiempo se sienta a dibujar en una tabla sobre cajas de cartón en un monoambiente azul de 20 metros cuadrados y en poco tiempo su obra recorre el mundo, lo excede, recibe una carta de una mujer de Korea y sangran juntos: “Tu lobo me recuerda a mi compañero. Él era turco y nos conocimos en Serbia”. Recibe con un poco de vergüenza el reconocimiento de los artistas que admira y decide armar dos valijas: una para los duelos, en un placard en Buenos Aires, y una para sus lápices que viajan con él por el mundo. Quiere aprender a bailar.

¿Cómo fue tu formación como artista?

La verdad es que no tuve una enseñanza institucional, eso hizo que cada paso sea muy incierto pero propio. Empecé dibujando super-hombres y super-minas en las hojas de descarte de mis viejos. Mi abuelo que no era tan católico me pedía pájaros de cartón para el árbol de navidad y mi abuela me regaló algunos libros de anatomía. Con esos libros tuve mi primer aproximación a lo que era un cuerpo “normal”, me paranoiquié y rompí todos los dibujos de mi infancia. Seguí dibujando intermitentemente por muchos años y volví a perder ese registro de fantasías sexuales adolescentes en una mudanza. Empecé a compartir mi trabajo tres años atrás, obsesionado con una separación, tratando de entender a las mujeres con las que compartí mi vida. En ese tiempo estudié color con Irene Lasivita e ilustración con Gastón Caba. Comencé a publicar en otros medios y con esa experiencia me abrí a una perspectiva social de mi trabajo. Con el tiempo encontré una manera propia de conectarme con el cuerpo para representar las tensiones sexuales que se ven en mi obra. Y hoy sigo buscando todo el tiempo. Siempre tengo esa sensación de incertidumbre cuando trabajo.

Tus dibujos reflejan muchas acciones y situaciones sexuales, ¿qué es lo que querés provocar?

Dibujo lo que “no puedo”. Y cuando publico mi trabajo, siento que hablo con el mundo; esa es la forma que encontré para poder socializar. Pasé mucho tiempo en espacios donde se me etiquetaba de raro y me fui abriendo camino evidenciando mis límites en vez de encerrarme. Muchas veces después de un orgasmo concebí imágenes que respondían con amor a la fragilidad de ese momento. Y cuando alguien que no conozco se conmueve con esas imágenes, tengo la sensación de que todo lo patético, ridículo o raro del ser humano es mucho más “santo” que cualquiera de nuestras fortalezas.

Cada correo que recibo de esas mujeres que se identifican en mi obra son un pequeño tesoro. Creo que al mediar con mi trabajo esa fragilidad, ellas y yo nos empoderamos. Apropiarme de un lenguaje sexualizado me sirve para mostrar lo que excede al coitocentrismo y da lugar al amor que reprimimos por miedo a no ser amados.

Creo que la corporalidad puede convertirse en un ejercicio donde se replanteen las dinámicas sociales de relaciones y poder. Por eso evito hacer eco de las fantasías normativizadas y prefiero dibujar lo que no representa un ejercicio de autoridad. En ese sentido, el porno amateur dice más de las personas que la hipersexualidad en la televisión.

¿Qué ves de maravilloso, complejo y doloroso en las relaciones humanas que te inspiran?

Siento que históricamente se fue naturalizando a las relaciones humanas como un campo de batalla. En esa dinámica de violencia, el miedo se conserva como un fin y no como un punto de partida. Y es maravilloso como las personas reaccionamos cuando somos habilitados sin pedirnos nada a cambio. Y otras veces puede ser decepcionante y doloroso. Al respecto, Adorno dice: “Sólo con quien te ama podés mostrarte débil sin provocar una reacción de fuerza”.

Lo que resulta inspirador es lo mutable de las relaciones, como se abren con el amor los lugares donde nos encerramos o nos encierran. Y como podemos llegar al punto de darlo todo y darnos cuenta de nuestros propios límites.

¿Qué significado tiene la amistad, el amor, el sexo y la unión entre personas para la creación?

Bueno, ninguna de nuestras acciones son realmente individuales. Todo el hacer humano es orgánico y colectivo, de la misma forma que funciona todo en el universo. Las manifestaciones de violencia no son más que la reacción orgánica a un otro que las violenta, aunque sea difícil reconocer ese otro y cómo opera. En ese binomio del ser y el otro, encuentro que la distancia más corta se dá en el amor sexual, en la piel y el cuerpo. Pero nadie está completo por sí solo y dos huecos no hacen un entero.

Cada encuentro puede dar lugar a un crecimiento personal y colectivo: ahí la compañía funciona como una construcción compartida del individuo. Y quizás el sexo sea la instancia más primordial de construcción ontológica: Cuando se produce el coito, ¿Quién penetra y quién es penetradx?

¿Qué rol debe cumplir el artista en esta compleja sociedad?

Creo que el que el deber ser es un llamado ubicuo cuando las cosas se mueven por el deseo. Cuando pensamos en términos políticos, lo que está en nuestras manos es ocupar los medios para liberar a la auto-organización de las voluntades críticas. Dentro de este anarquismo epistemológico es válida cualquier aproximación, desde el détournement situacionista hasta el wu wei -ese “hacer sin resistencia”- del taoísmo. Porque el hacer de cualquier tipo, sea artístico o filosófico, tiene ese único fin: construir edificios cada vez más altos, nunca para establecernos, sino para saltar desde esa altura al vacío ficticio de lo que desconocemos. En ese vacío nunca estamos solxs y es necesario primero que amemos para ser amadxs.

Te fuiste de Buenos Aires a Chile, ¿en búsqueda de…?

De repente la casa se llenó de silencios. Y cuando te quedás encerrado en un proyecto de vida que no te incluye los fantasmas empiezan a treparse por las paredes y el techo como arañas. Cuando empecé a mostrar mi trabajo afuera del país me di cuenta que puedo trabajar en la construcción de un mundo regido por el amor. Así que ahora quiero mediatizarme, publicar en otros medios, aceptar ese desafío y darlo todo hasta que se agote o me agote. Y en ese proceso, liberarme a los placeres, llegar más profundo, llenar mi trabajo de goce y subversión.

Elegí cuatro cuadros y decinos el porqué de tu elección

1: “La libertad”: Cuando compartí este trabajo ni siquiera firmaba, todavía no pensaba en dedicarme tiempo completo y solo quería sentirme mejor. La imagen viajó sola a los perfiles de

las redes y hasta la confundieron con el trabajo de cierto artista vienés del siglo XX. Para mí significa el momento de mayor angustia, mayor entrega y mayor retribución.

2: “La partida finish”: Este es un intento de buscar lo que excede al coito, inspirado en el Shunga japonés y por supuesto en experiencias personales. Más allá de la dinámica de dominante y dominado, sobre una cama, entre cuatro paredes.

3: Sin título: Esta es una versión inédita del comienzo de un libro que tengo pendiente de realizar. Quizás sea el intento más sincero de mostrar mis propios límites.

4: “El fruto de la conciencia”: Tuve esta impresión después de entender la escala social que puede tener este trabajo cuando excede la retribución personal. Este autor, entregado a el intercambio con sus editoras. Un guiño muy afectuoso de mi parte a esta revista.

Info sobre las obras, venta y exposiciones.

Mis obras se encuentran en venta, pueden visitar mi sitio para verlas y conocer más sobre mi trabajo, en facebook.com/villalva.marcos

Próximamente voy a estar ofreciendo un taller de dibujo y figura humana en Santiago, pueden tener más información escribiendo a marcosvillalva@gmail.com

Imagen: Marcos Villalva – “El fruto de la conciencia”

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Marisa es referencia en el mundo de la poesía y del hacer colectivo. Fue llegando allí desde la educación formal, pero como nosotras y tantas otras las derivas la condujeron hacia los feminismos y la degustación del Té.