El barrio de los niños

Compartir

 Por Mariana Ladino

Un grupo corre tras una botella de plástico que hace el papel de pelota de fútbol, mientras una nena alza a su hermanito más pequeño antes de cruzar hacia la casa de enfrente, mediada por un mar de barro. Es como una ciudad de niños, dicen. Había llovido y varias zonas del conurbano del Gran Buenos Aires se inundaron por las fuertes precipitaciones. En el Barrio Nicol no están acostumbrados a luchar contra las adversidades que la vida moderna nos depara, ellos permanecen ajenos al embotellamiento de las grandes avenidas, plagadas de quienes se dirigen hacia el trabajo como todos los días. No conocen el paisaje gris propio de la ciudad, teñido por altos edificios y sombras permanentes. Sólo una simple lluvia basta para complicar su cotidianeidad.
El barrio Nicol es un asentamiento que se encuentra a la altura del km 35 de la ruta tres, en el partido de La Matanza, frente al depósito de residuos del Ceamse. Allí donde nadie debería estar, donde el aire ya no es aire sino un cúmulo donde la contaminación ya se instaló, y donde todo un barrio se encuentra inmerso: cerca de 700 familias viven allí. El asentamiento tiene aproximadamente trece años y se constituyó luego que el Movimiento 26 de Julio decidiera impulsar el proyecto de instalación en esas tierras. Al adentrarse al Barrio Nicol, la sensación de entrar a un territorio olvidado por el sistema es inminente, pero a la vez, esa angustia que invade al confirmar una realidad distinta a la propia, se mezcla con la sonrisa ingenua, pintada en la cara de un chico de siete años que le tocó tener el lugar del despojado. Porque en el barrio Nicol no hay vestigios de que se cumplan los derechos básicos que todo ser humano posee de manera inalienable, tanta norma jurídica, pero por estos lugares, dijeron ausente. Y como en todo lugar cuyas legislaciones y sanciones del Congreso tampoco aparecen, la voluntad propia de quienes quieren fabricar el recuerdo de una realidad menos pesada para esos chicos, logra sobreponerse.
Es el caso de la agrupación Huircalaf, un grupo de jóvenes que luego de una larga charla en la facultad, decidieron ponerse en acción. Todos los fines de semana brindan una copa de leche para los que se acerquen a la casita que les presta un pastor que vive allí, y que les deja libre los días en los que van. “Sin querer fuimos creando Huircalaf. Nos gusta tanto la idea de lo que hacemos, y nos comprometimos muchísimo. Eso, a su vez, nos llevó a pensar que debíamos hacerlo lo más formal posible para que la gente crean en nosotros”, destacan. Llegaron por una conocida y hoy en día, cada vez que se acercan al barrio, los bajitos vecinos vienen corriendo desde sus hogares para recibirlos. Es que no sólo es la posibilidad de irse con la panza llena, en el pequeño espacio de la casita los chicos pueden jugar hasta el cansancio, y saber que alguien los acompaña, que alguien está ahí para ellos: “Nuestro objetivo fue que los chicos se den cuenta que son niños, que deben jugar, tener imaginación, reírse y divertirse, más allá de las exigencias que tienen. Nuestra idea es que ellos mismos se den cuenta que lindo es ser chicos, acompañado de muchísimo amor. Además de la ayuda material, para que no pasen frío ni hambre, y tengan lo que necesiten para ir al colegio”, aseguran desde la agrupación. Así es que de la mano de quienes poseen plena voluntad, los más chicos del Barrio Nicol se olvidan por un rato de las adversidades que el presente les regala en el día a día, y juegan a ser felices.

Para poder colaborar con Huircalaf, podés comunicarte vía mail a huircalaf@live.com.ar. También podes visitar el blog: huircalaf.blogspot.com o buscarlos en Facebook. Lo que más se necesita es calzado y ropa para chicos y bebés, alimentos, ropa interior, útiles escolares, abrigo, y también la visita de algún médico que pueda diagnosticar a los pequeños, además de remedios.

Commentarios de Facebook

0 comentarios

Ceres Elementos Naturales
borde gris top
Contenido relacionado
Contenido relacionado
Ofrendando presentes al devenir

Ofrendando presentes al devenir

El viernes 29 de abril se presentó en el CELCIT (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral) el último libro de Claudia Quiroga, “Poéticas de la Re Existencia. Teatro Artivista”. Pensar las territorialidades como espacios políticos que devienen...

No estuve con Norita

No estuve con Norita

Desnuda y estrangulada. Así apareció Nora Dalmasso hace quince años en su casa de Río Cuarto, Córdoba. Recién hoy comienza el juicio contra Marcelo Macarrón, acusado de contratar sicarios para matar a su esposa. El cargo es “homicidio calificado por el vínculo, alevosía y promesa remuneratoria” como instigador.