Archivo de la Memoria Trans, una batalla ganada a la historia

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Entrevista a María Belén Correa, directora del Archivo de la Memoria Trans.

 

Por Analía Daniela López

 

María Belén Correa fue fundadora de la Asociación de Travestis Argentinas (ATA)*, compañera de militantes históricas de la talla de Claudia Pía Baudracco, Lohana Berkins y Carlos Jáuregui; participó de las primeras Marchas del Orgullo y fue la primera argentina trans en tener asilo político en Estados Unidos. Hoy reparte su vida entre Alemania -donde reside con su marido- y Argentina, donde es directora del Archivo de la Memoria Trans. Un pantallazo sobre pasado, presente y futuro de una sobreviviente que le ganó al olvido.

 

¿Cómo comenzaste con el Archivo de la Memoria Trans?

La idea la tuneamos con Claudia Pía Baudracco hace mucho tiempo, siempre estábamos juntando cosas y pensando qué podíamos hacer con eso. Mientras debatíamos la Ley de Identidad de Género, pensábamos en juntar a las chicas que estaban exiliadas en España, Italia, Francia, con las cuales manteníamos una red interna de amistades. En el 2012 cuando muere Pía heredo de su familia sus colgantes, sus cenizas y sus papeles. Era lo que habíamos juntado por mucho tiempo: una caja inmensa con recortes periodísticos, fotos, objetos (Pía tenía la particularidad de robar muchas fotos). Desde ahí se fue creando el Archivo de la Memoria Trans, que permitió también la realización del documental “Si te viera tu madre”, sobre la vida de Claudia Pía Baudracco.

Creé un grupo ultra cerrado de Facebook donde ingresé los contactos de las chicas. Se armó una especie de logia, donde se ingresaba solo con una conocida que te incorpore. Bajo ese hermetismo nos fuimos comunicando y reencontrando. Compartíamos fotos, anécdotas, chismes, recordábamos a nuestras muertas… Y así fue pasando el tiempo hasta que en el 2014 hago la primera muestra que se llamó Las huellas de una leona. A partir de ahí nos conocemos con Cecilia Estalles y me convence de sacar a la luz este archivo.

 

La muestra del Archivo de la Memoria Trans: “Esta se fué, a esta la mataron, esta murió”, se exhibió en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti (Ex Esma).

¿Qué cosas les sorprendieron de la Muestra del Archivo de la Memoria Trans?

Nos sorprendió que, si bien para nosotras eran nuestras fotos familiares de toda la vida, sacadas por nosotras mismas en un ambiente familiar y cotidiano, para la gente que fue a la muestra son fotos sin ningún tipo de estigma, cosa a la que no estábamos acostumbradas. A pesar de que afuera estaba la policía esperándote, nosotras dentro de nuestras casas -dentro del encierro y la clandestinidad- nos sacábamos fotos en nuestro ambiente de felicidad.

 

Conociste a Claudia Pía Baudracco y Lohana Berkins, ¿qué te gustaría rescatar de sus figuras?

Con Pía nos conocimos a los 18 años, éramos Thelma y Louise perseguidas por la policía, era el chiste de las chicas, porque vivíamos de casa en casa cuando nos hacían allanamientos en el ‘95, ‘96…

A Lohana la conocí en la Marcha del Orgullo y mantuvimos una amistad que no se mezclaba con el activismo. Hay un audio en la película de Carlos Jáuregui donde dice que su lugar en el activismo lo encuentra en ATTTA cuando ingres en el ‘95 porque era el único movimiento que había en ese momento de travestis. Lohana se va en el ‘96 para formar ALITT (Asociación de Lucha por la Identidad Travesti – Transexual) con las chicas de Flores con quienes compartía parada, después con el tiempo se fue convirtiendo en abolicionista y se fue distanciando de un gran grupo.

No soy abolicionista, como persona trans no te puedo decir a vos que tenés que hacer con tu cuerpo. Si vos querés trabajar, ¿quién soy yo para decirte que no lo hagas? Tengo que darte todas las herramientas, ofrecerte estudios y trabajo, por eso está el cupo laboral trans para que no llegues a hacerlo por obligación pero, si lo querés hacer, es porque vos lo querés hacer. Ese es mi posicionamiento sobre el trabajo sexual. Vivo en Alemania donde las chicas trans pueden tener otros trabajos y algunas deciden ser trabajadoras sexuales, pagar sus impuestos y jubilarse como tal, al igual que Holanda.

 

¿Qué recuerdas de esos años en los que se conformó ATTTA y las primeras marchas del orgullo?

ATTTA se fundó el 25 de junio de 1993 dentro de mi casa, el día de mi cumpleaños. Éramos unas 15 personas en mi departamento, pero dos chicas que tenían que venir cayeron presas, entonces ese cumpleaños pasó a ser una reunión de activismo.

Tres días después era la segunda Marcha del Orgullo, solo gay lésbica en ese tiempo. En la primera marcha participaron chicas de ATTTA, pero no existía como tal, viajamos 60 personas dentro del subte y para algunas chicas era su primera vez; en 1992-93 nos fuimos como grupo, con el nombre en una cartulina; en el ‘94 nos fuimos armadas con megáfono y en el ‘95 aparecimos bien fuerte con bandera, buzos, megáfono, fue ahí que a la prensa le llamó la atención. Éramos 100 manifestantes y 200 policías encubiertos. Las travestis desfilábamos en el centro y en bloque, cuidando el inicio y el final, para no ser chupadas. Hay imágenes en la película de Jáuregui sobre esa marcha donde él estaba adelante haciendo una entrevista y se escuchaban disturbios en la parte de atrás.

 

¿Cómo vivís actualmente? ¿Volverías al país?

Me fui en el 2001 por persecución policial, porque había hecho una denuncia sobre la caja chica de la policía. Mi foto y la de Pía estaban colgadas en el pizarrón del Departamento Central de Policía. Cuando hago una nota en la Revista Para Ti -una nota rosa donde presenté a mi familia- empezaron a llegar las amenazas a mi domicilio, esa situación me llevó a vender mis cosas e irme.

Soy la primera argentina trans en tener asilo político en Estados Unidos otorgado en el año 2004 en plena democracia. Al tener asilo político no podía pisar suelo argentino; cuando me cambian el estatus legal a residente en el 2008 entro con mi pasaporte; la primera impresión que tengo de la otra Argentina es que la sede de ATTTA estaba en Corrientes y Callao ¡en pleno centro! Antes de irme era clandestina porque no se tenía que saber dónde estábamos, porque ya habíamos tenido 4 allanamientos a la sede que funcionaba en mi domicilio. Cuando bajo de las oficinas veo a una chica travesti andando en patines, después llegué a la esquina y vi a otra andando en bicicleta. En la Argentina que yo había dejado en el 2001, ¡eso era imposible!

Conocí el Obelisco en el 2008 cuando regresé como turista, antes no andaba en subte ni en lugares céntricos porque sabía que podía caer presa. Eso te simboliza la diferencia de lo que dejé a lo que encontré. En el 2008 Pía me dijo: ‘no lo podés creer’ y me lleva a Vélez a un acto de Cristina. Ella estaba como asesora y tenía un trabajo. Entramos por la parte de atrás del escenario con su credencial, estábamos participando en política y no éramos rechazadas. En cambio, en el 2001 los partidos nos despegaban los carteles de publicidad de la marcha del orgullo.

 

¿Sentís que con el gobierno actual cambiaron las políticas hacia la comunidad trans?

Sí, siento que han cambiado las políticas hacia la comunidad trans. Estoy casada y vivo en Alemania. Me gustaría volver a la Argentina, pero la de hace 3 años atrás. En 2015 estaba por salir el cupo laboral trans; fue aprobado y sólo había que reglamentarlo y Vidal no lo hizo en la Provincia de Buenos Aires. Era una firma que daba la posibilidad de trabajar. ¿No quieren el trabajo sexual? entonces denme trabajo.

Las que lucharon por esta ley son las que menos beneficios consiguieron. Las nuevas generaciones son las que van a disfrutar los frutos de tantos años, van a ser las que van a poder completar sus estudios, son las que están trabajando porque tienen una familia que las apoya y son las que asisten a las escuelas con sus documentos gracias a la información que logramos para que madres y padres no rechacen a sus hijes trans.

 

¿Hay inclusión de las personas trans en el mercado laboral argentino?

Hubo un tiempo en el 2015 que lentamente había un porcentaje de trabajo para las chicas trans, por ejemplo las que han hecho su transición dentro de sus trabajos y lo mantienen, por eso tenemos algunas trans que están registradas como policías, bomberas, doctoras. Pero mientras estudiaban o antes de conseguir el trabajo, estaban metidas en el closet de heterosexuales, gays o lesbianas. O como el caso de la maestra Quimey Ramos que hizo su transición en el colegio en las vacaciones de verano.

El cambio se está haciendo desde el 2012 hasta ahora. Pero el cupo laboral trans no salió a nivel nacional, se está dando en algunos municipios de la Provincia de Santa Fe y de Córdoba, pero la Provincia de Buenos Aires aún no lo ha reglamentado.

 

Un deseo que quieras expresar

Como deseo, siempre estamos trabajando en un proyecto que es ir detrás de las huellas de las chicas exiliadas, junto al Archivo tratar de rastrear cómo han  ido emigrando a distintos lados. También queremos documentar la vida de las chicas trans que hicieron leyenda en nuestra comunidad.

 

María Belén es parte de esa leyenda de la comunidad LGBTI, es una vencedora que le ganó a tanta injusticia y años de silencio, a través del Archivo cambió para siempre la forma de contar sus historias.

 

*  En ese momento sólo ATA -Asociación de Travestis Argentinas, en adelante en la nota se la denominará con sus siglas actuales: ATTTA -Asociación de Travestis Transexuales y Transgéneros de Argentina.

 

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